lunes, 15 de octubre de 2018

Viñeta del lector 46#


¿Quién de vosotros no ha tenido nunca una cartilla para aprender a leer? Yo recuerdo la mía a la perfección, aún soy capaz de recordar cómo eran algunas de las páginas y la leí tantas veces que memoricé la última página de pe a pa (nunca mejor dicho).

Luego, tuve esos libros de páginas duras, que no se rompen por mucho que los maltrates. Me llevo cinco años de diferencia con mi hermano, y aún así, incluso recuerdo los libros infantiles que tenía él y cómo se los leía una y otra vez. Creo que uno de los recuerdos más tiernos que tengo de esa época es el de estar sentada en el sofá antes de ir al colegio, leyéndole a mi hermano los cuentos de los hermanos Grimm mientras él dormía sobre mi hombro.

Cierto, ahora que pienso en ello, tenía muchos libros de cuentos clásicos, tanto de Andersen como de los hermanos Grimm. Incluso uno con los cuentos de las películas Disney. Y sí, me encantaba leerlos una y otra vez (qué diferencia con mi yo de ahora a quien no le gustan las relecturas). Aún me entristece pensar en algunos de los cuentos que me hacían llorar, como el de la vendedora de fósforos,...y lo mucho que me divertía con aquellos que se basaban en el ingenio.

 Sin salir aún de la literatura infantil, luego pasé a libros más densos, más narrativos, más complejos. Qué maravilla los libros de Les tres bessones y los de Kika Superbruja, los devoraba en nada. Y mirad que son colecciones largas, pero las hice completas (hasta que me hice mayor y sacaron más libros, que no he comprado). 

Y luego están los libros de El Barco de vapor/El vaixell de vapor, que creo que forman parte de todas las bibliotecas infantiles que hay en las casas españolas. ¿Alguno de vosotros nunca ha tenido un libro de El barco de vapor? Con esta colección tuve mis más y mis menos, no todos los libros me gustaron por igual y por supuesto NO hice la colección completa (¿es eso posible?). Además, en especial me gustaba leer los de la colección roja, para más de doce años,....cuando tenía nueve. Y pese a que han pasado tantos años, la mayoría han quedado grabados a fuego en mi mente, puede que no sus argumentos, pero sí el mensaje que contenían.

Creo que los libros infantiles están muy infravalorados. Parece que es un tipo de literatura simple, que cualquiera puede escribir, pero no es así, hay toda una mecánica detrás. A diferencia de las novelas de narrativa normales, en los libros infantiles se tiene que tener en cuenta todo. Y cuando digo todo, es todo. Desde el grosor y textura del papel a los tonos y estilo de dibujo, pasando por el tamaño de las letras y la posición del texto en la página. El lenguaje usado también tiene que ser escogido con mucho cuidado, porque no es lo mismo un libro para un niño de cuatro años que otro para uno de seis. Los juego de palabras, para hacer más atractiva la lengua, son constantes, así como la importancia de la selección del vocabulario. Vale, puede que las tramas y los personajes no tengan complejidad, pero, ¿os podéis hacer a la idea de lo complicado que es crear una trama que esté adaptada a la comprensión de un niño de determinada edad (algo imposible si tenemos en cuenta que cada niño es un mundo) y al mismo tiempo sea lo suficientemente atractiva como para que quieran leerlo una y otra vez? Además, es el primer contacto de los niños con la lectura, ¿os imagináis la responsabilidad que conlleva eso? Los autores de literatura infantil merecen todos nuestros respetos.

Y de todas formas, después de este alegato en defensa de la literatura infantil tengo que discrepar sobre un tema en concreto. Lo cierto es que no entiendo a los adultos que leen libros infantiles (infantiles infantiles, no de esos infantiles que pueden tener una segunda lectura más adulta) y los disfrutan. Ensalzan la edición cuidada y el mensaje que contiene el libro, pero yo, soy incapaz de entender cómo pueden gustarles. Si fuera por nostalgia, lo entendería; yo sería capaz de hojear mis libros infantiles con una sonrisa de oreja a oreja, pero yo me refiero a libros con los que no están ligados por su infancia. En todo caso, estoy abierta a hablarlo en los comentarios.


10 comentarios:

  1. Pues sí, muy infravalorados, con lo exigentes que son los pequeños lectores. Y más hoy día, con tantas tentaciones visuales como tienen los niños.
    Antes sí leía libros infantiles, porque leía con mi hija. Ya con quince años como tiene, pues hace unos cuantos años que no me acerco a ellos. Aunque reconozco que paso por las librerías y les echo un ojito, porque hay auténticas preciosidades.
    Besotes!!!

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    1. Cierto, no había pensado en las distracciones visuales...Y claro, entiendo que los leyeras con tu hija, eso tiene sentido, pero sé de gente que los lee y compra sin tener hijos y tengo curiosidad por saber qué les ven. Puede que tengan unas ilustraciones preciosas pero...no ho sé.

      Un saludo,
      Laura.

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  2. Yo con el libro de la vendedora de fósforos tengo verdadero trauma, de verdad jajaja Qué pena de historia. Los libros infantiles son maravillosos, nos enseñan muchos valores y depende de la edad con la que los leas, adquieres unos u otros mensajes. Se lo recomiendo a todo el mundo. Yo me compro muchos libros infantiles :P

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    1. ¡Y aquí tenemos a una lectora de libros infantiles! No ho sé, sí que los mensajes son importantes, pero me parecen demasiado claros y no suelen decir nada que no supiera ya...

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  3. Hola, Laura:

    Bueno, bueno, bueno... Estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices salvo, como te imaginarás, con el último párrafo. ¿Por qué no nos entiendes? Como en toda la literatura, por supuesto, habrá de todo, pero, como dice Reina Lectora, entre los libros infantiles hay auténticas joyas. Sí, no vas a encontrar una historia tan compleja (¿o quizás sí?) que en un libro adulto, pero te ofrece otras cosas. Como tú misma has dicho, escribir o ilustrar un libro para niños es muy complejo y he ahí su riqueza. Además, es bueno seguir al día de lo que se va publicando para los más peques de la casa, para ir viendo cómo van cambiando las tendencias, qué es lo que más se lee... Al fin y al cabo eso influye en la educación de las nuevas generaciones. Una entrada muy interesante.

    Un saludo imaginativo...

    Patt

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    1. Ya sabía yo que no te podrías estar sin defender la literatura infantil...no ho sé, jo és que no ho acab de veure. Que sí, que es lo que digo, que un libro infantil es muy complejo, pero está dirigido a un público infantil, y no ho sé, sus tramas, sus personajes, sus todos, no me dicen mucho. Te concedo que Los imaginarios me gustó, pero porque no era TAN infantil. el blog de Mirar, leer, saber, hace muchas reseñas de libros infantiles, y yo por mi parte, no me veo leyendo esas cosas. Además, puede que te bases en la defensa de que pueden tener otras lecturas, pero es que yo y el simbolismo no congeniamos y esas segunda lecturas, pues no las veo.
      Y sobre lo de estar atenta para ver qué se va publicando para los peques...pues no ho sé. ¿No disfruté yo con los libros que tenía de pequeña? ¿Acaso no podrían mis hijos disfrutar exactamente con esos libros (que tengo guardados a buen recaudo)? ¿Para qué estar atenta a novedades?

      Saludos de,
      #LauraGenerandoDebate

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    2. Creo que con esa última pregunta que has hecho te has tirado piedras contra tu propio tejado porque eso se podría aplicar a ti misma. ¿Por qué estás atenta a las novedades literarias si ya había muchos libros publicados? ¿Para qué leer a Rothfuss, si ya había escritores de renombre como Verne, Cervantes, Dumas, etc? ¿Para qué descubrir nuevos talentos? Lo que hay está muy bien, pero igual algo futuro conectará más con generaciones futuras, ¿no? Quizás dentro de 10 o 15 años a tus hijos les dé igual cosas que a ti de pequeña te llamaban mucho la atención o la prosa de hoy en día les resulte aburrida. Eso respecto a lo de que tus hijos lean libros que disfrutaste tú.

      Y respecto a lo de no verte leyendo esos libros... pues supongo que es una cuestión tanto de gustos como de un sentimiento de que eso no es literatura o "buena" literatura. Como en todo, a cada cual le gusta lo que le gusta. Tú no puedes con las novelas de personajes y a mí me encantan. ¿Eso quiere decir que son malas? No. Simplemente no te llaman la atención. Y respecto a lo segundo, me refiero precisamente a eso que muchos critican por ejemplo de la literatura juvenil, que si no está tan cuidada, que no es literatura de verdad, bla bla bla. Supongo que hay gente (no digo que tú) que los ve como libros "de mentira".

      Y sobre lo de que son libros menos complejos... pues hombre, lógicamente. Están pensados para niños. Aunque no tendría por qué. Mira el ejemplo archiconocido de "El principito". Yo no me veo a mí misma a lo mejor leyendo libros para niños de 1 o 2 años, pero igual a partir de 4-5 sí. Porque ahora los hacen muy cuidados, las ilustraciones son preciosas... no sé. Es otro tipo de producto. Y, como he dicho, pues te puede gustar o no.

      Un saludo imaginativo...

      Patt

      PD: Toma tocho-comentario-debate XD

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    3. ¡Debate!

      "Creo que con esa última pregunta que has hecho te has tirado piedras contra tu propio tejado". Lo sé, me di cuenta en cuanto lo escribí, así que tuve tiempo de reflexionar sobre ello. Entiendo tu punto, pero no lo comparto del todo. Varias cosas a comentar:
      1. No soy una persona que lee novedades literarias. He revisado mis estadísticas de Goodreads y la mayoría de mis últimas lecturas son de los noventa y los 2000. En general, no veo mucha diferencia entre los libros publicados en esa época y los de ahora.
      2. No me compares a Rothfuss con Cervantes (gana Rothfuss, claramente [?]). No, ahora en serio, la diferencia es demasiado abismal. Entiendo lo que quieres decir, algo así como "para qué molestarse en leer autores buenos actuales si ya hay demasiados autores buenos en el pasado". Sí y no. Tienes razón, pero la diferencia temporal no es la misma. De Rothfuss a Cervantes hay cinco siglos y de Kika Superbruja a Diario de Greg hay quince años. De Cerrvantes a ahora hay demasiadas diferencias (lenguaje, tipo de sociedad, valores sociales, temas tratados en literatura), en cambio de Kika Superbruja a ahora no hay a penas diferencias
      2. "Lo que hay está muy bien, pero igual algo futuro conectará más con generaciones futuras". Ahí tienes razón. Creo que la sociedad ha cambiado y valora cosas que antes no tenían importancia, como la lucha del feminismo o de comunidades LGTBI. Podría ser que Kika Superbruja (en realidad no, pero es un ejemplo) fuera más machista que El diario de Greg (uso el ejemplo de Diario de Greg, pero con este libro me refiero a "el libro infantil que sea que se publicaría en la época en que nacieran mis hijos"), y ahí sí veo importante actualizarse y comprar un libro infantil actual, pero no es así, las diferencias no son tan grandes como para que esa actualización sea necesaria. Te compro que hay libros infantiles que antes no había (como los ya comentados que normalizan temas LGTBI) y esos sí se los compraría, pero por ejemplo, tengo uno de los cuentos de Andersen Grimm y Perrault y no veo necesario comprarles un libro infantil actual sobre lo mismo, no hay diferencia. Es más, esos cuentos me gustaban mucho, y de pequeña, un día rebuscando en casa de la abuela, encontré uno con más cuentos de estos autores que era de cuando mi madre era pequeña, y lo disfruté un montón.

      "Supongo que hay gente (no digo que tú) que los ve como libros "de mentira" Tienes razón en que hay gustos para todo, pero como intento comprender por qué a algunas personas les gustan tanto las novelas de personajes (a G le gustan tanto como a ti y tuve y debate sobre ello), intento comprender por qué a otras personas les gustan tanto los libros infantiles. Y sobre lo de verlos como "libros de mentira", yo no lo veo así, yo lo veo dirigido a un público determinado, niños, no para mí, al igual que las novelas YA van dirigidas a un público determinado, lo jóvenes. Eso no significa que sean peores o mejores, ni que tengan más o menos calidad, sino que usa unos recursos determinados para dirigirse a un determinado público.

      "sobre lo de que son libros menos complejos... pues hombre, lógicamente. Están pensados para niños. Aunque no tendría por qué." El principito. Has puesto ele ejemplo perfecto. Es precisamente un libro que no me gustó de pequeña (una de las primeras lecturas que abandoné de pequeña, y eso que lo intenté muy fuerte) porque no me estaba enterando de nada, y es un libro que no me gustó de más mayor (sí, tiene reflexiones, ¿y? Me parecen metidas con calzador y no me parecen gran cosa). Sobre lo de leer libros para niños de 4-5 años, pues no ho sé, sí, puedo mirarlo con gusto por las ilustraciones y la cuidad edición, pero sé que el escrito no va a convencerme, así como no disfrutaría leyendo ahora Diario de Greg o Kika Superbruja (esta última puede que sí, pero por nostalgia).

      Saludos de,
      una Laura con ganas de debatir.

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    4. 1. Bueno, pero ten en cuenta que los libros de los 90 y los 2000 son "novedades" al fin y al cabo. No en el sentido de marketing editorial, pero sí histórico.
      2. "pero la diferencia temporal no es la misma". ¿Estás segura de eso? Claro, quizás en términos lingüísticos no se nota tanto, pero en términos sociales y tecnológicos hemos avanzado en 20 años lo que no se avanzó en varios siglos. La vida hoy no tiene nada que ver con la vida en los 80. Y eso se refleja en la literatura, tanto en su forma, su contenido y los valores que transmite.
      3. (¿o 2 bis? jijiji) Esto que dices está claro. Si ya tienes una edición de un libro, ¿para qué comprar otra? (¿Porque eres Beleth y quieres coleccionar todas las que existen?). Pero ese no es el objetivo del debate, ¿no? Habrá libros que ya estuvieran cuando tú eras pequeña que tus hijos leerán, pero otros no.
      5. Lo de "El principito" lo dije porque es el ejemplo por antonomasia, pero precisamente creo que es de esas lecturas que están encasilladas para un público que no creo que sea su público objetivo real. Es como lo de que "las pelis de animación son para niños". Pues mira, no todas. "Persépolis" es de animación y para niños, lo que se dice para niños no es.

      Un saludo imaginativo...

      Patt

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    5. 1. Pues en la librería, un libro del 2015 era considerado muy antiguo xD No, ahora en serio, puede que tengas razón en que son "novedades". A lo que yo me refiero es veinte o treinta años de distancia no son tanto como para marcar la diferencia y si yo disfruto con libros de hace treinta años, un niño pequeño ahora también disfrutaría con libros de hace veinte años (es decir, con mis libros de cuando era pequeña).
      2. ¿Algún ejemplo de libro de los 80 en el que se note ese cambio a nivel social? Lo dicho, yo no les veo mucha diferencia...
      3. "Si ya tienes una edición de un libro, ¿para qué comprar otra?" Pues es algo bastante normal, la gente las compra porque hay una diferencia muy grande en cuanto a nivel de edición, los libros de ahora de los cuentos de los hermanos Grimm seguro que son mucho más bonitos que los que yo tenía...pero de eso solo se da cuenta un adulto, un niño disfrutaría ambos por igual. "Habrá libros que ya estuvieran cuando tú eras pequeña que tus hijos leerán, pero otros no." Top, pero sigo sin ver la necesidad de comprarles unos nuevos si a mí me bastaron los que ya tenía...excepto si son libros que tratan temas que los míos no, como el tema LGTB o el feminismo.
      5. Ja, no ho sé, muy buena la comparación con los libros de animación (Nota: ¿has visto Megamind? La he visto este finde y he flipado muy fuerte), pero es que es eso, en teoría son disfrutables para ambos públicos...

      Un saludo de,
      una Laura con ganas de debatir.

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"Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo." Paul Sweeney